Las transferencias de dinero son un elemento esencial en las relaciones económicas entre empresas y particulares en la actualidad. Permiten la realización de pagos y desembolsos de manera telemática, sin importar el lugar en que uno se encuentre y con gran rapidez y seguridad, pudiendo llegar el dinero de manera prácticamente inmediata al destinatario.
Mediante una transferencia, una persona puede tomar fondos de su cuenta de banco y enviarlos a la cuenta de otro. En el proceso de realización de la transferencia, resulta especialmente relevante la indicación precisa de los datos del destinatario y su número de cuenta para que la transferencia se realice adecuadamente. Pero ¿qué sucede si ha habido una equivocación al introducir los datos? ¿Cuáles son las consecuencias para las partes involucradas y qué se puede hacer en estos casos? Lo explicamos en esta publicación.
Equivocación en el número de cuenta
No es nada infrecuente que sucedan equivocaciones a la hora de realizar transferencias. Para efectuar la transferencia es necesario proporcionar el número de cuenta exacto al que se quiere enviar el dinero. Este número, llamado IBAN, se compone de 24 dígitos. Por ello, es fácil que por despiste o descuido, uno pueda equivocarse y hacer que la transferencia se envíe a un número de cuenta erróneo.
Cuando esto llega a suceder nos vamos a encontrar con tres partes involucradas. Por un lado, la persona que ha realizado la transferencia con su dinero y se ha equivocado de persona. Por otro lado, la persona que estaba esperando recibir el pago. Y, por último, nos encontramos con la persona que ha recibido indebidamente los fondos transferidos en su cuenta. Veamos qué ocurre en estos casos con el dinero transferido incorrectamente, según el supuesto en que nos encontremos.
¿De quién ha sido la culpa?
En estos casos, lo que deberá discutirse y acreditarse es por culpa de quien se ha producido la equivocación y se ha llevado a cabo la transferencia a un número de cuenta erróneo. En función de quién haya provocado la equivocación, la solución será diferente.
Culpa del emisor de la transferencia
En el caso de que la culpa sea de quien realiza la transferencia, lo que va a ocurrir es que:
◥La persona que tenía derecho a recibir el pago va a poder seguir reclamándole lo debido, ya que no ha saldado la deuda.
◥Quien hizo la transferencia por error, va a poder reclamar la devolución del dinero a quien lo recibió indebidamente.
Pongamos un ejemplo de estos casos. María contrata a Juan, fontanero, la instalación de un sistema de aerotermia para su casa. Una vez completados los trabajos, Juan pasa la factura a María para su pago, indicando un número de cuenta donde realizar el pago. Desafortunadamente, María, por despiste, se equivoca en un número al realizar la transferencia y Juan no recibe el dinero. Resulta que la cuenta a la que envío el dinero María era de Pedro, alguien totalmente ajeno a ambas partes.
En este caso: Juan va a poder seguir reclamando a María el pago de la factura y María va a poder reclamar el dinero de vuelta a Pedro.
Culpa del beneficiario de la transferencia
Para el supuesto de que la culpa haya sido de quien tenía derecho a recibir la transferencia, lo que va a ocurrir es que:
◥La persona que realizó el pago ya no va a tener que realizar pago adicional alguno, habiendo satisfecho su obligación.
◥El que tenía derecho a recibir la transferencia va a poder pedir de vuelta el dinero a quien recibió incorrectamente la transferencia.
Retomemos el ejemplo anterior para ilustrar este caso. Pongamos que Juan al pasar la factura incluye un número de cuenta antiguo de una comunidad de bienes que tenía con un compañero suyo con el que ya no trabaja. María realiza la transferencia al número de cuenta indicado por Juan. De esta manera, el dinero acaba en la cuenta de la comunidad de bienes que había pasado a ser del compañero Víctor y de la que ya Juan no participaba.
En este caso: Juan no va a poder reclamar a María que pague en la cuenta correcta, pero sí va a poder requerir a Víctor para que le devuelva el dinero que ha recibido indebidamente y que no le correspondía.
Reclamación al tercero que ha recibido el dinero
Como se puede ver, en ambos casos, ya sea la culpa del emisor o del beneficiario, lo que siempre va a suceder es que el que ha tenido la culpa del fallo va a poder reclamar al tercero que ha recibido por el dinero. En Derecho, llamamos a esto un «pago de lo indebido» y si esto sucede, la persona que ha recibido este pago tiene la obligación de devolverlo a quien legítimamente pertenezca ese dinero.
El papel de los bancos involucrados
Debe tenerse en cuenta en estos casos que un factor esencial para su resolución es la colaboración y la ayuda de los bancos de las tres personas involucradas.
En primera instancia, como se sabe, las transferencias se llevan a cabo en días hábiles (es decir, no festivos) y suelen tardar un día en ejecutarse desde que se da la orden. Por tanto, si se apercibe el error con rapidez, es posible solicitar al banco emisor que cancele la orden de transferencia antes de ejecutarla. Por el contrario, si la orden ya se ha ejecutado, el banco emisor no va a poder revocarla y recuperar el dinero. Aquí será necesaria la colaboración del banco receptor.
En cuanto al banco de la persona que recibe el dinero, va a poder solicitársele la colaboración para que principalmente facilite los datos de la persona que ha recibido indebidamente el dinero. En muchos de estos supuestos de transferencias equivocadas ocurre que no se conoce el titular de la cuenta a la que erróneamente se ha enviado el dinero. Por tanto, la ayuda del banco receptor en este sentido es esencial para saber a quien reclamar.
Por último, también dejamos apuntado que, bajo ciertas circunstancias es posible solicitar responsabilidad a los bancos por estos casos.
Otros supuestos
Para finalizar, os queremos comentar dos supuestos más que están relacionados con este tipo de casos.
El primero de ellos es el caso de quien realiza la transferencia a un tercero distinto de quien debe recibir el pago, resultando, sin embargo, que ese pago a tercero diferente beneficia a quien debió enviarse el pago.
Un ejemplo de estos casos es el siguiente. Paula prestó a Julio 2.000 euros para ayudarle a comprar un coche. Ya ha transcurrido el plazo que Paula y Julio fijaron para la devolución del dinero, por lo que Paula se lo está reclamando. Julio sabe que Paula tiene a deber a su casero Alberto el alquiler de tres meses, contando con una deuda de 2.500 €. Julio paga al casero Alberto los 2.000 € de Paula y Alberto comunica a Paula que solo le quedan a deber 500 €.
El segundo de los casos tiene que ver con el denominado «acreedor aparente«. En estos supuestos, se entiende válidamente realizado un pago a quien se presentaba en el exterior como verdadero titular de la deuda. Esto supondrá que el deudor quede liberado pagando al acreedor aparente, pero que luego el acreedor aparente y el acreedor real deban arreglar cuentas.
Como ejemplo de este caso tenemos el siguiente. Susana tiene alquilado un local de negocio de su propiedad a Enrique por el que paga una renta mensual. Mario, el hijo de Susana, es el que se encarga de gestionar el alquiler y de realizar los cobros de la renta. Un día, por un problema familiar, Susana y su hijo Mario se enfadan y Susana ya no quiere que gestione el local. En este ínterin, Enrique sigue pagando la renta a Mario, siendo ajeno a toda esta cuestión. Susana reclama a Enrique las rentas pagadas a Mario tras la discusión familiar. Enrique no está obligado a pagarle nuevamente a Susana, debiendo Susana y Mario solucionarlo entre ellos.
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Escrito por: AINOS ABOGADOS – Alejandro de Grado
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