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Responsabilidad civil de los auditores de cuentas


Los auditores son unos profesionales que tienen un papel fundamental en el tráfico mercantil. Son los encargados de comprobar la corrección de las cuentas anuales de las empresas, garantizando que las mismas muestran la imagen fiel de la situación económica y financiera de una determinada sociedad.

La responsabilidad civil de los auditores de cuentas

Como cualquier otro profesional, los auditores pueden cometer errores en su trabajo. Si eso ocurre y con ello provocan un daño o perjuicio a otra persona o empresa tendrán la obligación de indemnizarla. Esto es lo que se conoce como la responsabilidad civil de los auditores de cuentas.

Tipos de responsabilidad civil de los auditores de cuentas

La responsabilidad civil de los auditores puede ser de tipo contractual o extracontractual. La contractual es la que tiene lugar cuando el daño lo sufre la propia sociedad auditada que es la que había contratado los servicios de los auditores. La extracontractual aparece cuando el daño se produce a un tercero con el que el auditor no tenía contrato y sufre un daño al confiar en el informe de auditoría.

Normas que se aplican a los auditores de cuentas

La auditoría de cuentas es una profesión que está reglada. Se regula en España por la Ley de Auditoría de Cuentas, su Reglamento de desarrollo y por las normas técnicas y resoluciones del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC).

Obligaciones de los auditores de cuentas

Las obligaciones principales de un auditor son: (i) comprobar y verificar la corrección de las cuentas anuales y resto de documentos contables de una determinada empresa y (ii) emitir un informe sobre el resultado de dicho análisis. Además, estas actividades deben de llevarse a cabo de conformidad con las normas técnicas y procedimientos exigidos por la normativa.

De esta manera, el auditor se convierte en garante de que la información que aparece en las cuentas anuales refleja la imagen fiel del estado económico y financiero de una determinada sociedad, estando libres de incorrecciones debidas a error o fraude.

Debemos tener en cuenta que la obligación de los auditores no alcanza a garantizar por completo que no existen incorrecciones en las cuentas anuales. El auditor está obligado a aplicar los procedimientos de auditoría y a obtener las evidencias de conformidad con las normas que rigen la profesión. Estas normas están diseñadas de tal forma que resulten lo más eficaces posibles; sin embargo, no son infalibles. Por tanto, el auditor tiene que atenerse a las normas técnicas. Su responsabilidad alcanza al cumplimiento de las normas, no al aseguramiento de la ausencia de errores.

Cuándo es responsable civil el auditor de cuentas

De esta manera, el auditor será responsable y tendrá que indemnizar los daños que provoque a la sociedad auditada o a un tercero cuando haya emitido un informe equivocado debido a que en su proceso de auditoría no ha seguido las normas técnicas. En estos casos, estaremos ante una negligencia profesional que deriva en responsabilidad civil.

Ejemplos de responsabilidad civil del auditor de cuentas

Supuestos de responsabilidad civil del auditor nos los encontramos, por ejemplo, cuando una empresa decide comenzar relaciones comerciales con otra confiando en que es solvente porque así lo reflejaba el informe de auditoría y luego resulta que no lo es. Otro ejemplo es cuando una sociedad decide adquirir otra por sus buenos resultados financieros confirmados por el informe de auditoría y, tras la compra, apercibe que su contabilidad no reflejaba su situación real. También nos encontramos aquí con los casos en que un miembro de la empresa estaba desviando fondos y falseando la contabilidad y los auditores no habían sido capaces de identificar dicha circunstancia.

En todos estos casos, el auditor deberá responder frente a la sociedad auditada o frente al tercero por los daños que se haya causado.

Concurrencia de culpas

Ahora bien, otro aspecto relevante en el ámbito de la responsabilidad de los auditores es lo que en Derecho denominamos la concurrencia de culpas. Este término hace referencia a la circunstancia de que cuando un daño o perjuicio se ha provocado por la culpa de varios sujetos la obligación de indemnizar debe repartirse entre ellos.

Por la posición de terceros que se dedican a acreditar lo que han hecho otros, la mayoría de las veces los auditores no serán los principales causantes de los daños, sino que concurrirán con otros causantes. Por ejemplo, si hay un empleado que está desviando fondos y los auditores no detectaron esto en la contabilidad, el que causa principalmente el daño es el empleado. Los auditores también han contribuido, pero en menor medida. Por tanto, del daño que se haya causado, la mayor proporción la deberá soportar el causante principal, sin tener que indemnizar el auditor por el total del daño.

En resumen

En definitiva, los auditores realizan una labor de gran relevancia en el ámbito mercantil. Por dicha razón, están sujetos a un régimen de responsabilidad riguroso en caso de que no realicen apropiadamente su labor y con ello causen un perjuicio a otro sujeto. Si un auditor no realiza su actividad de acuerdo con las normas técnicas, actúa de manera negligente y deberá indemnizar a quien perjudique con esta conducta.

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Esperamos haberos ayudado con esta publicación. Si necesitáis nuestra ayuda en esta materia o en una cuestión relacionada, en AINOS estaremos encantados de atenderos.

Escrito por: AINOS ABOGADOS – Alejandro de Grado


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