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Qué es el proceso de ejecución: lo que tienes que saber


Hemos conseguido una sentencia en la que nos dan la razón y nos reconocen los derechos que reclamábamos. Sin embargo, nuestra alegría nos dura poco al ver que, a pesar de la sentencia, la persona a la que demandamos no cumple con lo que en ella se establece. ¿Qué podemos hacer en estos casos? Pues vamos a tener que iniciar un nuevo procedimiento judicial llamado proceso de ejecución. En esta publicación, os contamos en términos sencillos los aspectos más relevantes de esta cuestión.

Qué es el proceso de ejecución

El proceso de ejecución es un procedimiento judicial que sirve para obtener el cumplimiento forzoso de una resolución judicial previa. Es la herramienta de la que se dispone cuando una persona no cumple con lo que una sentencia le ha mandado que haga.

Como sabemos, en la sociedad civilizada actual, no podemos obligar a las personas a que hagan por la fuerza lo que queremos. Por tanto, existen otros medios legales para conseguir que se realice lo que una persona debería de hacer conforme con una sentencia judicial, pero que se niega por su propia voluntad a hacer.

Para qué sirve el proceso de ejecución

De esta manera, para lo que nos sirve el proceso de ejecución es para que un juez obligue a una persona a cumplir lo que previamente se le había mandado que hiciese en una sentencia judicial.

Esto implica que el proceso de ejecución solo se utiliza cuando existe una sentencia judicial previa que nos ha dado la razón y que ha obligado a la parte contraria a hacer algo a nuestro favor. Así, cuando la otra persona no cumple con lo que dice la sentencia, vamos a iniciar un proceso de ejecución.

Pongamos un ejemplo. Imaginemos que vendemos nuestro coche a una persona por 10.000 euros y acordamos que nos va a pagar 5.000 euros con la entrega de llaves y otros 5.000 euros dentro de tres meses.

Resulta que nos paga los primeros 5.000 euros, pero no nos paga el resto, poniendo como excusa que el coche tenía ciertos defectos.

Ante ello, nosotros decidimos demandarle e iniciamos un proceso judicial (llamado declarativo porque sirve para declarar nuestro derecho). En este juicio, el juez dicta una sentencia a nuestro favor diciendo que el coche no tenía defectos y que se nos deben los otros 5.000 euros.

El comprador, a pesar de la sentencia judicial declarando nuestro derecho, nos sigue sin pagar.

Pues bien, es aquí donde deberemos de iniciar un procedimiento de ejecución para que forzosamente se haga cumplir al demandado lo que debe hacer de acuerdo con la sentencia (en nuestro caso, pagar los 5.000 euros restantes).

Proceso declarativo vs Proceso de ejecución

Con lo anterior, podemos entender claramente cuál es la diferencia entre un procedimiento declarativo y un procedimiento de ejecución.

En el procedimiento declarativo, vamos a conseguir que un juez nos de la razón y reconozca nuestro derecho en una sentencia. En principio, cuando un juez resuelve una disputa, debería ser suficiente para que el demandado cumpliese lo que se reconoce en la sentencia.

No obstante, a veces, como decimos, el demandado no cumple. En estos casos, deberemos promover también, con posterioridad al proceso declarativo, un proceso ejecutivo para hacer cumplir al demandado forzosamente la sentencia.

Cómo se inicia un proceso de ejecución

Para iniciar un proceso de ejecución vamos a tener que presentar una demanda. Una demanda es un escrito que se dirige a los Juzgados en donde vamos a decir que hay una sentencia que se dictó a nuestro favor y que el demandado no está cumpliendo voluntariamente. En este escrito, después de explicar las circunstancias que nos hacen solicitar un proceso de ejecución, vamos a pedir al juez que haga ejecutar la sentencia y que obligue forzosamente a cumplir con lo acordado en la resolución.

Cuáles son los costes de un procedimiento de ejecución

Para iniciar un proceso de ejecución, vamos a necesitar de abogado y procurador, lo que nos obliga a pagar los honorarios de estos profesionales. Como hemos indicado otras veces, el coste de abogado y procurador va a depender de la deuda que se reclama y de la complejidad del caso.

No obstante, si se nos reconoce nuestro derecho a la ejecución, el juez va a obligar al demandado ejecutado a que pague las costas que se nos han causado en la ejecución. Es decir, que el ejecutado, por incumplir con su obligación, va a tener que pagarnos nuestro abogado y procurador.

Plazo de cumplimiento previo al proceso de ejecución

Tenemos que saber que la Ley concede a la persona que ha sido condenada en una sentencia un plazo para que pueda cumplir voluntariamente con su obligación. Este plazo es de 20 días desde que la sentencia ha alcanzado firmeza.

Por tanto, tenemos que esperar estos 20 días para ver si el demandado cumple voluntariamente con la sentencia antes de presentar nuestra demanda ejecutiva.

Plazo de caducidad para ejecutar una sentencia

Por otro lado, también tenemos que conocer que existe un plazo dentro del cual debemos de presentar nuestra demanda ejecutiva. Este plazo es de 5 años desde la firmeza de la sentencia que queremos ejecutar. Si superamos este plazo perderemos nuestro derecho a ejecutar la sentencia.

Oposición a la ejecución

Por último, también tenemos que saber que es posible que a nuestra demanda ejecutiva el demandado puede oponerse. La oposición va a consistir en la argumentación de motivos por los que no debería de obligársele a cumplir forzosamente con la sentencia.

Debemos ser conscientes de que estos motivos de oposición del demandado van a ser muy limitados. Como hemos dicho previamente, la discusión sobre la existencia de nuestro derecho ya se ha producido en el procedimiento declarativo previo. De esta manera, en el proceso ejecutivo, el demandado solo va a poder alegar causas como, por ejemplo, que ha pagado o que ha llegado a un acuerdo con nosotros en relación con la deuda, entre otros similares.

Qué se consigue con el procedimiento ejecución

Como hemos dicho, con el proceso de ejecución el Juzgado va a obligar al demandado a cumplir forzosamente con la sentencia previa. Esto lo va a llevar a cabo con actuaciones que van a consistir primordialmente en el embargo de los bienes del demandado y en el establecimiento de multas en caso de incumplimiento.

Además, es necesario saber que el demandado ejecutado va a tener que pagar la deuda de la sentencia, los intereses que se hayan devengado y las costas del proceso de ejecución.

¡Estamos para ayudarte!

Esperamos haberos ayudado con esta publicación. Si necesitáis nuestra ayuda en esta materia o en una cuestión relacionada, en AINOS estaremos encantados de atenderos.

Escrito por: AINOS ABOGADOS – Alejandro de Grado


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