¿Sabes qué son las deudas mancomunadas? Este tipo de deudas se caracterizan porque son obligaciones compartidas entre distintas personas, pero que se pueden individualizar y asignar a cada deudor. Es importante tanto para los acreedores como para los deudores conocer sus implicaciones legales. En este artículo os explicamos de manera sencilla lo más importante sobre las deudas mancomunadas.
¿Qué son las deudas mancomunadas?
Las deudas mancomunadas son aquellas en las que dos o más personas se comprometen a cumplir con una obligación, asumiendo cada deudor una parte de la deuda.
Así, en las deudas mancomunadas, cada deudor es responsable hasta el límite de su parte proporcional. En otras palabras, cada deudor responde frente al acreedor únicamente por la parte de la deuda que le corresponde.
Diferencia de las deudas mancomunadas y las deudas solidarias
En la mancomunidad, como decíamos, la obligación está dividida en partes entre los deudores, de modo que cada uno responde únicamente por su porción.
La solidaridad también implica la existencia de una deuda que asumen varios deudores. Sin embargo, en la solidaridad, cualquier deudor puede ser exigido el pago por la totalidad de la deuda. Tenemos un artículo en donde tratamos las deudas solidarias en detalle.
El Código Civil determina que si nada se establece en el contrato o documento donde se recoge la deuda, se debe presumir que la deuda es mancomunada, siendo la solidaridad la excepción.
Uno fácilmente se da cuenta de que para el acreedor son más beneficiosas las deudas de tipo solidario. Si una persona incumple con su parte, si la deuda es solidaria, va a poder reclamar al resto la cantidad dejada a deber.
Por el contrario, las deudas mancomunadas son más beneficiosas para el deudor. Cada persona debe lo suyo y si otra incumple, no van a poder reclamárselo a otro.
¿Dónde se regulan las deudas mancomunadas y las deudas solidarias?
Las deudas mancomunadas y las deudas solidarias se regulan en los artículos 1137 y siguientes del Código Civil.
¿Las deudas mancomunadas se reparten siempre a partes iguales entre los deudores?
Cuando una obligación es mancomunada, no siempre se tiene que distribuir la deuda a partes iguales entre todos los deudores. El reparto dependerá de lo que se pacte en el documento del que proviene la deuda. Es decir, a través del pacto por el que se asume la obligación, se pueden acordar entre el acreedor y los deudores los porcentajes que se consideren oportunos.
Si en el documento de la deuda no se ha especificado cuál es el porcentaje que corresponde a cada deudor, el artículo 1138 del Código Civil establece que la deuda se entenderá dividida de manera proporcional entre todos los deudores que haya.
Efectos de las deudas mancomunadas: impago por parte de un deudor
Según hemos dicho, en la mancomunidad cada deudor es responsable de su porción de deuda. Así, si uno de los obligados al pago incumple, el acreedor no va a poder dirigir una reclamación al resto, solicitando el pago a los demás.
Ejemplos de deudas mancomunadas: grupo de amigos y casa rural
Pensemos como ejemplo de deuda mancomunada en un grupo de amigos que decide alquilar una casa rural una semana. El alquilar la casa esta semana les cuesta 2.000 € y son diez amigos. Todos ellos firman con el propietario de la casa, sin que en el documento de alquiler se especifique qué clase de deuda están asumiendo.
Aquí, cada amigo del grupo estará obligado a pagar al propietario de la casa rural 200 €. Si uno de ellos dejase de pagar su parte, el propietario no podría reclamar a los demás. Como hemos visto antes, si el contrato no específica que tipo de obligación asumen los deudores, se debe presumir que nos encontramos ante una deuda mancomunada.
Con esto, podemos observar la importancia de determinar con precisión en el contrato o documento que firmemos ante qué tipo deuda nos encontramos.
Ejemplos de deudas solidarias: préstamo al banco
Como ejemplo, imaginemos que tú y tu hermano tenéis el sueño de iniciar un negocio juntos y decidís pedir un préstamo al banco para financiarlo. Se firma un contrato con el banco donde os comprometéis a devolver el dinero prestado, que es el préstamo para iniciar la empresa. En este caso, la deuda que habéis contraído con el banco se establece como solidaria.
Esto significa que, aunque los dos sois socios en el negocio y compartís la deuda, cada uno es responsable de pagarla por completo. Si por alguna razón uno de vosotros no puede pagar su parte, el banco puede exigirle al otro que pague toda la cuota.
Por ejemplo, si tu hermano enfrenta dificultades económicas y no puede pagar su parte del préstamo, el banco puede pedirte a ti que pagues toda la cuota. Y si no lo haces, el banco podría iniciar acciones legales contra ambos o contra uno solo de vosotros para recuperar todo el dinero prestado.
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Escrito por: AINOS ABOGADOS – Alejandro de Grado
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