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Cómo dejar en testamento la vivienda habitual a tu cónyuge si no hay hijos


En matrimonios sin hijos, planificar la sucesión de la vivienda habitual puede generar importantes dudas. Muchos cónyuges desean que, tras el fallecimiento de uno de ellos, el otro pueda quedarse con la casa en su totalidad, sin tener que compartirla con otros herederos.

El problema es que, aunque no existan descendientes, la ley reconoce como herederos forzosos a los ascendientes que se puedan encontrar vivos en la fecha del fallecimiento del cónyuge. Esto significa que, salvo una adecuada planificación, el cónyuge superviviente podría no poder quedarse con la vivienda de manera exclusiva y verse obligado a compartir la propiedad con los padres del fallecido u otros herederos forzosos.

¿Es posible garantizar que el cónyuge supérstite conserve el 100% de la vivienda habitual? A continuación, explicamos una solución legal práctica, respaldada por doctrina, jurisprudencia, y basada en nuestra experiencia profesional.

1.- Cuál es el problema cuando no hay hijos

Cuando fallece un cónyuge sin descendientes, los padres del fallecido adquieren el derecho a la legítima, es decir, a una porción protegida por la ley que no puede ser ignorada en el testamento.

Si no se planifica correctamente, la vivienda habitual podría quedar en copropiedad entre el cónyuge superviviente y los ascendientes del fallecido. Esta situación suele generar conflictos, pues mientras el supérstite desea conservar la casa, los ascendientes pueden tener interés en venderla o exigir su parte.

Este fue precisamente el caso que abordamos en nuestro despacho: un matrimonio acudió a nosotros con un objetivo muy concreto, asegurarse de que, si fallecía uno de ellos, el otro pudiera quedarse con la vivienda habitual en su totalidad. El problema surgía porque, a pesar de no tener hijos, ambos contaban con ascendientes vivos, quienes eran herederos forzosos y, por tanto, tenían derecho a su legítima.

2.- Cómo garantizar que el cónyuge recibe la vivienda íntegra

Para que el cónyuge supérstite pueda conservar la vivienda habitual sin afectar la legítima de los padres del fallecido, es necesario combinar dos instrumentos legales: el legado de la vivienda y la compensación económica a los ascendientes.

En primer lugar, el legado de la vivienda permite que el testador disponga que su cónyuge herede la vivienda habitual en pleno dominio, asegurando que pueda residir o disponer de ella según sus necesidades.

En segundo lugar, para respetar la legítima de los padres, el testador debe establecer una compensación económica, que puede realizarse en metálico e incluso con fondos extrahereditarios del cónyuge superviviente.

Conforme a los artículos 1056 y 1062 del Código Civil, esta estrategia permite adjudicar un bien indivisible a un heredero y compensar a los demás en dinero, ofreciendo seguridad jurídica y evitando conflictos o ventas forzosas. Esta solución está respaldada también por la jurisprudencia del Alto Tribunal, que reconoce la validez de adjudicar un bien indivisible con compensación económica a los demás herederos.

De este modo, si los cónyuges son cotitulares de la vivienda, esta planificación garantiza que el superviviente adquiera la totalidad del inmueble, evitando la copropiedad con los ascendientes y asegurando que la voluntad del testador se cumpla de manera efectiva.

3.- Cómo reflejarlo en el testamento

Una vez definidos los instrumentos legales, el siguiente paso es trasladar esta decisión al testamento de forma clara y precisa. Esto asegura que la estrategia se cumpla sin dejar lugar a dudas o conflictos posteriores.

Es fundamental que el testamento exprese de manera inequívoca la voluntad de los cónyuges de adjudicar la vivienda al supérstite y de establecer cómo se compensará a los ascendientes, respetando siempre la legítima. No incluir esta disposición en el testamento puede conllevar consecuencias importantes, como conflictos familiares, copropiedad indeseada e incluso retrasos y costes derivados de procedimientos judiciales.

El derecho español reconoce la autonomía de la voluntad del testador, que se respeta siempre que no se vulneren las legítimas. Por ello, un testamento claro y bien redactado es fundamental para garantizar que la intención de los cónyuges se cumpla de forma efectiva:

  • Legado específico de la vivienda habitual al cónyuge supérstite, indicando que se entiende sin afectar la legítima de los ascendientes.
  • Determinación de mecanismos de compensación, incluyendo plazo y forma de pago, que puede realizarse incluso con fondos extrahereditarios del cónyuge superviviente.
  • Inclusión de cláusulas precisas para asegurar el cumplimiento y evitar dudas interpretativas o impugnaciones futuras.

4.- La importancia de un buen asesoramiento legal

Aunque la ley reconoce la autonomía de la voluntad del testador, esta solo puede ejercerse plenamente si el testamento está correctamente redactado y adaptado a la situación concreta de cada matrimonio.

Un abogado especializado en derecho sucesorio no solo garantiza que la legítima de los ascendientes se respete, sino que también:

  • Establece la forma más adecuada de compensación económica.
  • Previene posibles conflictos o impugnaciones futuras.
  • Asegura que el cónyuge supérstite pueda quedarse con la vivienda habitual de forma segura.

Contar con asesoramiento profesional convierte un testamento complejo en un instrumento eficaz y seguro, cumpliendo la voluntad de los cónyuges y protegiendo los derechos de todos los herederos.

Somos abogados expertos en Derecho de Sucesiones

Esperamos que esta publicación os haya sido útil. Si necesitáis nuestra ayuda en esta materia o en una cuestión relacionada, en AINOS estaremos encantados de asesoraros con la profesionalidad y cercanía que nos caracterizan.

Escrito por: AINOS ABOGADOS – Claudia Canosa


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